domingo, 11 de febrero de 2007

Visca Barça, también en el basket

Kakiouzis, figura del equipo. (Foto: www.fcbarcelona.com).


No puedo ser seguidor del equipo de baloncesto del Barça, porque donde vivo no se transmiten por televisión esos juegos. Si acaso, siendo que el canal ESPN que llega a mi casa va a transmitir regularmente los partidos de la Euroliga, alguna vez veré a la selección blaugrana en la competencia continental.

Sin embargo, las noticias de lo que pasa con el equipo sí me llegan, y por eso, estoy enterado de que hoy, el glorioso equipo barcelonista se medirá en la final de la Copa del Rey nada menos que al despreciable rival merengue. Por supuesto que en tan magna ocasión, voy a carga cerrada con el Barça, con el deseo y la ilusión de celebrar una vez más, a la distancia pero con el corazón desbordando sentimiento. Cuando me entere del resultado, dedicaré un post completo al asunto. ¡Visca Barça, también en el basket!

Capello “echó el culo al monte”

Es decir, hablando en “dialecto tico”, que sintió miedo, se arrepintió y se desdijo. Esto, claro, con relación a David Beckham, a quien prácticamente había despedido del equipo tan pronto salió a la luz el “fichaje” del divo inglés por el oscuro equipo gringo, Galaxy de Los Ángeles.

Debo decir que en el asunto Beckham, estuve plenamente alineado con Capello… hasta ayer. Porque es mi modesta opinión que esa norma de la libertad de negociación del jugador desde seis meses antes de la expiración de su contrato debería ser, si no abolida, por lo menos regulada de una forma estricta en el sentido de que si un jugador acuerda fichar por otro equipo en esas condiciones, la noticia no deba trascender a la luz pública, o como mínimo, no de manera oficial. Sea, que si el jugador decidió no renovar con su actual club y ya firmó con otro, está bien si la prensa por algún medio se entera y publica la noticia; pero por favor, que por respeto y decencia, ni el jugador, ni su agente, ni ninguno de los dos clubes, monten un show alrededor del asunto. ¿Por qué digo que por respeto y decencia? Porque si bien el jugador irremediablemente se irá, todavía le quedan varios meses a la sombra de su actual club, del cual seguirá recibiendo su salario y vistiendo sus colores, y por ese motivo, no tiene derecho a abofetear a la afición que lo ha aplaudido e incorporado a su Olimpo particular; pues, si para el jugador su relación con el club es meramente laboral (supongo que así lo ven la mayoría de los jugadores del mundo), obviamente para los aficionados lo que está en juego es la pasión, el sentimiento que permanece por encima de todo, trascendiendo los jugadores que vienen y van, y por eso, claro que cae muy mal tener que soportar a media temporada los abrazos y risitas del ídolo con los dirigentes de otro equipo. Además, también está claro que un jugador que decide no renovar sino fichar por otra casa lo hace porque allá le proponen mejores condiciones… económicas, desde luego. Entonces, estoy de acuerdo con que cada profesional busque recibir la mejor remuneración posible por su trabajo, pero ¿acaso no es indecente empezar a jactarse, seis meses antes, de la plata que me voy a ganar en otra parte, cuando todavía tengo que recibir varios salarios aquí? Será que los grandes cracks y dirigentes viven en un mundo distinto al mío, pero acciones como las de Beckham y el Galaxy a mí me parecen irrespetuosas e indecentes, nada menos.

Por eso yo, estando en la posición de Capello, habría hecho lo mismo. “Ah, ¿con que te vas? ¿Y no querés renovar porque allá vas a ganar un desmadre de plata? ¡Y encima ya lo anunciaste con bombos y platillos! O.K., como te dé la gana; pero en mi equipo no jugás más. Andate a tu nueva casa ya mismo, si querés. ¿Ah, que no podés jugar allá tampoco porque todavía tenés contrato aquí? Pues ese es problema tuyo, no mío. Debiste pensar en eso antes de jugar de vivo. Por mí, te vas al carajo ya. ¡No me interesa!”.

Lamentablemente para los que estamos en esa línea de pensamiento, y sobre todo, lamentablemente para sí mismo, pues con ello terminó de tirar por los suelos su autogestionada imagen de “Sargento de Hierro”, Capello echó el culo al monte al sentirse en el cadalso y con la guillotina apuntándole a la nuca, y recibió de vuelta, cual hijo pródigo, a Beckham. Ganó la apuesta porque el Spice Boy, modelo del refresco gaseoso y la navajilla de afeitar desechable, contribuyó con la gris victoria del club merengue, mandando un centro a la olla que el portero donostiarra se tragó con tamaña boca, en lo que significó el empate. No fue mucho más lo que jugó Beckham, pero con tenerlo en el campo los noventa minutos, Capello, si bien quedó como un charlatán que ayer dijo “nunca más” y hoy cerró la boca y se rindió, al menos llevó una alegría a los patrocinadores blancos, a varios cientos de miles de chinos y tailandeses, y a los muchos hinchas merengues que en medio de su desesperación e indecible sufrimiento están dispuestos a obviar las últimas patadas que les dan los ingratos galácticos en fuga con tal de poder sentir que su equipo ganó, por lo menos de aquí a media semana. Ni modo; “cosas veredes, Sancho amigo”. (Fotos: AP, www.defutbol.es).


Beckham se burla de Capello... Bueno, no, en realidad celebra su gol de ayer en Donosti; pero lo parece. (Foto: Reuters).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amigo, te animo a que sigas escribiendo post, el que no haya firmas no quiere decir que no te lean. La perseverancia esta la clave del éxito. Y un cule de fuera...siempre será leído.
Te aprecio...
Daniel Arias

Anónimo dijo...

Saludos al amigo R.I.P. de Costa Rica.

Enhorabuena por el blog.

1 abrazo y visca el Barça.

R.I.P. dijo...

¡Gracias hermanos!