martes, 16 de enero de 2007

Nunca está más oscuro que cuando ya va a amanecer

Tras el fallo de Edmilson, Valdés queda vencido. Gol del Espanyol. (Foto: Jordi Cotrina, El Periódico de Barcelona).

Es un refrán popular, como todos, muy sabio. Se aplica al Barça en el tanto que la seguidilla de partidos feos y malos enseguida dará lugar a una racha de buenos resultados y buen fútbol. Tal y como ha sucedido en las temporadas anteriores del "círculo virtuoso".

Hay que tener mucho de fanático para sostener ese positivismo, después de haber leído el interesante y contundente post del blog de Martí Perarnau de hoy (16/01/2007). Quedó en evidencia que la preparación física de toda la presente temporada fue, por decir lo menos, deficiente. Y para los que no estén concientes de que ese es un error que en cualquier equipo deportivo se paga caro, hay datos que lo prueban. ¡Gracias Martí Perarnau (y comentaristas), por hacer que un ignorante como yo verdaderamente aprenda algo importante!

Después de leer ese post, de veras que empieza uno, como mínimo, a dudar de que el equipo esté verdaderamente preparado para vencer a cuanto rival se interponga en la conquista de los títulos de esta temporada. Y si se pone a uno a recordar los malos resultados de la temporada (goleada en la Supercopa, impotencia en el clásico, repetición de la angustia ante el Valencia y el Atlético, derrota en el (anti-) Mundial de Clubes y caída en el derby), la duda bien puede convertirse en verdadero temor de que la anticipada temporada de las Seis Copas termine en fracaso total...

PERO...

Como ya en las temporadas anteriores le hemos visto al Barça unos partidos tan horrorosos, pero que a fin de cuentas quedaron en anécdota (1-2 en el Camp Nou contra el Madrid, 1-5 en Málaga, 0-3 en Villarreal, 0-2 en casa contra el Atlético, 2-4 en la Copa del Rey en Zaragoza, 2-4 en el Bernabéu, etc.), más bien parece que tres derrotas feas en seis meses sólo son la excepción que confirma la regla, de que este Barcelona es el equipo a vencer en España y en Europa. Bien que el año pasado como por estas fechas estábamos en los mismos lamentos y cavilaciones, y luego los triunfos en Stanford Bridge, San Siro, París y en la Liga nos emborracharon de alegría.

Ahora, vino el tocar fondo ante un Espanyol cuyos jugadores se mandaron el partido de "su" campeonato, jugando, o mejor dicho luchando, al cien por ciento. Los jugadores del Barça, en cambio, está claro que no jugaron al máximo de sus capacidades ya sobradamente demostradas. Con semejante aviso no les queda más que bajarse de la nube y volver por la senda del trabajo que los ha llevado a los éxitos. Ya está pronto el regreso de los compañeros que se han echado de menos, y a partir del triunfo de hoy (3-2 contra el Alavés), y lo que esperamos sean dos victorias más en los sendos partidos en casa que se vienen, las cosas cambiarán. En fin, que lo perdido hasta ahora es poco comparado lo que resta por ganar...

Muchedumbre de culés celebrando el título de la Champions League. En cuestión de pocos meses, esta imagen podría repetirse tres veces, ganando Liga, Copa y repitiendo Champions. ¡Ánimo, culés! (Foto: Sport).