domingo, 24 de febrero de 2008

Diferencia en dos puntos... y sigue bajando


¿Qué fecha es hoy? ¿24 de febrero? Hum. Si alguien me hubiera dicho el 24 de diciembre, mientras viajaba de vuelta al pueblo después de ver el clásico en el Casal Catalá, rumiando mi pesar y vislumbrando un oscuro porvenir para el Barça, que esa diferencia de siete puntos en la clasificación —y toneladas de calidad en fútbol—, iba en algún momento a estirarse a 9 y para esta fecha, reducirse a 2, me habría mostrado absolutamente escéptico.

Pero ahora, por supuesto, la situación invita no al optimismo, sino abiertamente a la carcajada y la euforia. El maligno se cae a pedazos mientras el Barça parece cada vez más vigoroso y listo para el desafío por los tres títulos. Rivales de poco fuste apean de su nube a los merengues, mientras el Barça se faja en tres estadios reputados de infernales (Sánchez Pizjuán, La Romareda, Celtic Park —irónicamente, El Paraíso, según sus hinchas—) y finalmente, tras vapulear al próximo inquilino de la Segunda División, termina pegándole un mordisco en la cola al dragón blanco que había incendiado todos los campos de Primera de España, al punto de tener a sus parciales más ocupados en calcular cuáles rivales tendrían que hacerles el “pasillo” primero, que en pensar que todo lo hecho hasta fin de año podría pasar a la historia como anécdota si no se sostenía el esfuerzo por unos meses más.


Incluso que los vikinguitos salieran por la puerta de atrás en la Copa del Rey, no alimentó mucho más mis esperanzas de lo que hubiera podido hacerlo el ver a Ronaldinho haciendo otra vez una elástica. Me pareció un detalle menor. Un tropezón del maligno versión 2007-08 en su frenética carrera por convertirse en el equipo más aplastante de todos los tiempos, del que, supuse, se levantarían tan fuertes como antes, para dolor nuestro y complacencia de ellos. Pareció que así era; que en efecto, habían salido ilesos. Pero, aunque no habíamos alcanzado a verlo bien, la verdad era que se habían levantado cojeando. Y parece que ya su renquera no les permite estar en pie; y con el estrépito inmenso que sólo puede producir la soberbia más grande del mundo, han caído.



Y su peor pesadilla se convierte en realidad. Mientras a ellos se les quema el pan en la puerta del horno, las marchitas y pisoteadas flores del Barça recuperan la lozanía, los bellos colores, el delicioso aroma. El proyecto de Schuster transita por la misma senda descendente a los infiernos que en su día dio muerte al sistema florentiniano de "Zidanes y Pavones”; mientras el Barça aún con Rijkaard recupera el fútbol y las piezas que lo trajeron de vuelta a la gloria tras un destierro de cinco años. Ver para creer.

24 de diciembre, tarde-noche. Ya no esperaba más del Barça para esta temporada; únicamente archivé en lo profundo de mi corazón, el deseo de que Rijkaard supiera reconducir la situación y recuperar todo lo que el equipo había perdido, con la esperanza de que ello alcanzara para mantener una distancia digna respecto del líder, y por qué no, aprovechar cualquier fallo de ellos para hacerla aún más digna. Cualquier cosa mejor que eso, y me daría con una piedra por el pecho.


24 de febrero, tarde-noche. Escribo estas líneas tras ver cómo no sólo Rijkaard y el Barça están haciendo realidad el deseo que pedí al tirar la moneda al Pozo de los Deseos, sino que también Schuster y su banda de metrosexuales están colaborando en grande, cavándose su propia tumba. Debería cumplir y tomar la piedra más grande que pueda para dejarla caer sobre mí; pero si lo hiciera, probablemente no viviría para ver si esta semana en que el Barça ha vuelto a convertirse en el coco tiene continuidad… y vale la pena quedarse a ver eso. Porque todo indica, que lo visto en este principio de año no es un espejismo, sino un traspaso de poderes...

¡Es tan difícil mantener la cordura! ¡Cómo me cuesta no caer en un frenesí de complacencia por mi equipo y de insultos hacia el archirival! Me muerdo la lengua, porque a fin de cuentas, tantas cosas se han visto en la historia del fútbol, que sólo un tonto podría tener por segura la gloria que aún no se ha ganado. Estoy empeñado en no volver a ser un tonto de esos nunca más; de la misma manera en que los jugadores del Barça parecen empeñados en ser de nuevo los grandes campeones que llenaron de calidad la retina del todo el mundo futbolero. Pero si con este juego del Barça y estos dos puntos de diferencia —y bajando— no encontrara razones para ser optimista y albergar confianza en mi equipo, más me valdría olvidarme de todo esto y dedicar las horas que quedaran vacías a tejerme un número infinito de suéteres de lana. Pero no tengo espacio en mi clóset; así que mejor lleno mis pulmones de aire y los vacío en un solo grito que llegue hasta la estratosfera:

¡BARÇA CAMPEÓN, CARAJO!


Fotos: Robadas de Sport, Marca (al que sólo visito cuando pierde el maligno, o sea, este año voy de lector fijo), y El Periódico.

4 comentarios:

Sergio dijo...

venga que estamos ya cerkita de la cabeza, vamos barça!!! saludos desde http://fiebreazulgrana.blogspot.com/

Drusty dijo...

Esperemos que siga bajando la diferencia, y asi se puedan comer sus palabras los madridistas, no tanto los jugadores, pero si su presidente y la prensa madrileña, que daban la liga por ganada.

Saludos
< El mercadillo del fútbol >

Anónimo dijo...

Que letra hermano R.I.P. parece que te nace del corazón y de hecho así lo creo, hoy estamos a dos y ojala pronto seamos líderes. Mantengamos la calma pero disfrutemos el momento.

Força Barça!, un abrazo hermano.

Alba dijo...

La verdad es que el partido estuvo bonito y el Barça demostró una buena actitud en el campo. Además, la celebración de Eto'o en el tercer gol denotó que en el vestuario se respira buen rollo.
Saludos