domingo, 4 de marzo de 2007

Feijoada, enchiladas tapatías y crema catalana

Si a algo ha de parecerse el Barça de esta temporada, es a la cocina más sabrosa y espléndida que haya en Europa.

Mientras en el Planeta Fútbol se ha desatado, una vez más, la plaga de los jugadores, técnicos, árbitros y dirigentes empeñados en escatimar al máximo el sazón del juego bonito y el fair play, decepcionando a los comensales-hinchas, que nos vemos obligados a servirnos de un buffet cada vez más insípido y aún peor, cada vez más abundante en los amargos frutos del catenaccio y los venenosos hongos de la violencia, los afamados anfitriones blaugranas continúan siendo los únicos que sirven fútbol delicatessen con cuchara grande, a la vez que se niegan a cerrar las puertas del restaurante para que los comensales culés nos sentemos a comer solos y siguen permitiendo que los demás entren a hurtar la comida y a esperar la hora en que se servirán los postres-trofeos al final de la temporada.

De hecho, el restaurante Can Barça, con todo y algunas torpezas de sus cocineros esta temporada, sigue siendo el mejor lugar que hay en toda España (aunque esta temporada allá en Sevilla los comensales de Nervión se han dado algunos buenos atracones), y el único en la Ciudad Condal donde se puede comer fino, porque lo otro que hay es la Fonda de los Pericos, que no hace mucho se mudaron a un local amplio y lujoso, allá por Montjuic, pero siguen sirviendo su menú pobrísimo, de raciones frugales y cerveza enlatada en vez de vino…

Y cómo no va a ser bueno nuestro restaurante, teniendo a un gran gerente como don Joan Laporta, quien de entrada trajo al mejor chef y los cocineros más competentes, limpió la alacena del Camp Nou de algunos ingredientes podridos que había (Boixos Nois), y este año evitó que a los comensales se nos sirviera el trago amargo de ver la sagrada camiseta blaugrana convertida en marquesina de una oscura “punto com” de apuestas.

Y cómo no vamos a estar satisfechos los gourmets culés, con el menú del chef Frank Rijkaard, un tipo que al principio de su carrera no era muy ducho (de hecho llevó a la quiebra el restaurante Selección Holandesa y la taberna Sparta Rótterdam, y a punto estuvo de hacer lo mismo aquí en Can Barça), pero que con el paso de los años y la colaboración de sus brillantes subalternos ha consolidado un recetario exquisito, del que a los clientes habituales se nos sirve en porciones enormes, las cuales, cosa curiosa, en vez de llevarnos al empacho, nos abren el apetito por más y más fútbol delicatessen.

Esta semana, la calidad del chef Rijkaard volvió a quedar demostrada en las dos importantes citas gastronómicas de Zaragoza y Sevilla. Cuando ya muchos hacían correr el rumor de que a don Frank se le estaba ensuciando la cocina y vaciando la alacena, él cerró las bocas de los maledicentes diseñando dos menús tan audaces como suculentos, basados una vez más en la combinación de los ingredientes más variados y frescos del más puro fútbol delicatessen, y dejando nuevamente en evidencia la miseria de aquellos colegas suyos (Capello, Sánchez Flores, Mourinho, y un largo etcétera), que aún contando con proveedores y cocineros tan buenos como los de Can Barça, siguen obcecados en recetar a sus comensales hasta tres raciones semanales de paella sin condimentos, arroz sin sal y con mariscos de plástico.

Lo que ocurre es que si en Zaragoza todo salió de maravilla, ejecutado con excelencia por los finos cocineros culés (destacándose Iniesta, Xavi y Deco), y aún con los apuros al final de la cena, verdaderamente los comensales quedamos satisfechos, por el contrario ayer en Sevilla se nos estropeó la velada por culpa de los tres cocineros que más dolores de cabeza le han dado al chef Rijkaard esta temporada con sus frecuentes despistes y travesuras.

Porque cuando apenas estábamos empezando a degustar la genial propuesta de nuestro chef, el cocinero Ronaldinho, tras un esplendoroso gol de cabeza como entrada y una prodigiosa jugada que terminó en falta clarísima y expulsión como segundo plato, cometió el gran error de mezclar los ingredientes y con el penal que peor ha tirado en toda su vida, se mandó una feijoada que no estaba en el menú del chef, gracias a la cual, los comensales sevillistas, que a esas alturas sólo miraban desde la puerta el banquete que nos estábamos dando los culés, se envalentonaron, nos echaron de la mesa y se sentaron ellos a devorar, primero la feijoada del Gaúcho, y luego, las enchiladas tapatías que el despistado cocinero Rafa Márquez dejó servir al camarero Kerzhakov y, de postre, la crema catalana que el cocinero Víctor Valdés, en otra de sus legendarias travesuras gastronómicas, preparó en combinación con el cocinero rival, Dani Alves. ¡Ah, claro! Sin olvidar también las gambas y langostinos de las rías gallegas que sirvió el tipo que se metió a la cocina sin autorización y se sacó de la olla las expulsiones injustas y mentirosas de Giuly y Zambrotta.

Así que este fin de semana, y quién sabe si también el martes en Liverpool, nos tocará a los culés ser los que se quedan viendo desde la calle, con la nariz pegada a la vitrina, cómo los otros son los que lamen los bigotes y se acarician la panza, ahítos, mientras a nosotros nos hemos de conformar con el duro pan de la derrota y la insípida agua de la decepción. Pero ¡ojo!, que falta mucha Liga y nuestro equipo no ha vaciado todavía su alacena. Bajemos la cabeza ahora, que nos toca, pero tengamos fe en que el Can Barça nos compensará con nuevas y abundantes comilonas de fútbol delicatessen, como es costumbre. ¡Visca Barça!

(Fotos: Wikipedia, Terra, La Web del Culé).

8 comentarios:

Antonio dijo...

Sublime la comparación del Barça con un buen restaurante. Como tú dices, es una lástima que los del Sevilla nos sacaran a patadas del comedor cuando ya nos habíamos puesto hasta las servilletas en el cuello. Saludos.

Jose Luis Rodríguez Beltrán dijo...

jejeje...me ha gustado mucho el simil culinario. Esper que este martes el menú diario del Barça espese a base de salsas y postres a los comensales ingleses de Anfield. Probarán al comida catalana más universal. Saludos cordiales r.i.p. Qué resultado dices para mañana. Yo, 1-4.

Martin Sueldo dijo...

Muy bueno el blog y dejame pasarte el mío que es:
martin-futboleros.blogspot.com
Entren y dejen sus comentarios, por cierto este blog tiene muy buenos contenidos.

Anónimo dijo...

Yo ya estoy abriendo boca con el partido de esta noche en Anfield... Y espero que el Barça se pegue una buena comilona a goles. ;-)

Un blogsaludo (gran post, gran blog).

Dammy dijo...

¡Ey! Muchas gracias por enlazarme, procuraré ser constante con los vídeos de los mejores goles de hoy y de siempre. ;-)

Javi Saiz dijo...

Buen post. Decis adios a la Champions, para mi justamente, puesto que en el computo global de la eliminatoria habeis sido inferiores al Liverpool. Ha sido un partido vibrante ante todo, pocos recuerdo como este. Grande Anfield.

zaragocista dijo...

El Liverpool fue superior en la eliminatoria, de eso no cabe duda. El Barsa para mi pecó en la ida de superioridad....y lo pagó.


Saludos.

Cristian Pulina dijo...

JAJAJAJA muy buena la comparativa,excelente post con el que acabo de conocer tu blog,mediante el blog de aquellos maravillosos goles.

Decir que en sevilla yo a valdés no le puedo echar culpa de nada,y no se pudo ganar,un partido que estuvo ganado y que hubiera cambiado totalmente con el penalty que no pudo materializar nuestro querido Gaucho,pero es así...como la eliminación en anfield,hay que tener paciencia y pensar en el proximo partido,en este caso el derby de mañana.Un saluto